El consejo constitucional de Francia bloquea el plan para reintroducir un pesticida prohibido.

El consejo constitucional de Francia bloquea el plan para reintroducir un pesticida prohibido.

El máximo tribunal constitucional de Francia ha bloqueado la reintroducción de un pesticida dañino para los ecosistemas, declarando la medida inconstitucional.

El fallo del jueves por la noche representa un revés para el gobierno tras semanas de protestas de grupos de izquierda, ambientalistas y médicos, junto con una petición contra el proyecto de ley que reunió un récord de 2 millones de firmas. La propuesta habría reinstaurado un pesticida prohibido en Francia desde 2020.

Bautizada como "ley Duplomb" en honor al legislador conservador Laurent Duplomb, quien la presentó, la iniciativa se promovió como una ayuda para los agricultores franceses, quienes se quejan de la burocracia, la competencia extranjera desleal y las estrictas normas sobre pesticidas.

Sin embargo, el tribunal constitucional rechazó el plan de reintroducir el acetamiprid—un químico tóxico para las abejas y otros polinizadores—al considerar que violaba la carta ambiental francesa que protege el "derecho a vivir en un entorno equilibrado y saludable". El tribunal también cuestionó las disposiciones del proyecto sobre reservas de agua.

La oficina del presidente Emmanuel Macron indicó que este "tomó nota de la decisión" y aprobaría rápidamente el proyecto sin las secciones controvertidas.

La líder del Partido Verde, Marine Tondelier, calificó el fallo como un alivio, mientras que el Partido Socialista acusó al gobierno de "irresponsabilidad".

Los productores de remolacha y avellana habían presionado para que se permitiera nuevamente el pesticida, argumentando que carecen de alternativas contra plagas y enfrentan competencia desleal de países de la UE donde el acetamiprid sigue siendo legal. Algunos alegaron que era necesario para combatir el virus del amarilleo, que redujo los rendimientos en un 30% en 2020.

Los opositores calificaron la medida como una "amenaza directa a la salud pública". Los apicultores lo llamaron un "asesino de abejas", y aunque los riesgos para la salud humana siguen sin estar claros sin estudios a gran escala, persisten las preocupaciones.

Una petición estudiantil contra el proyecto superó los 2 millones de firmas después de que los legisladores lo aprobaran rápidamente en un parlamento dividido el 8 de julio, sin un debate adecuado.

[Con contribuciones de Agence France-Presse]