"Sabía que estaba cruzando una línea", reflexiona Karl Ove Knausgård sobre las consecuencias de Mi lucha y los aspectos oscuros de la ambición.

"Sabía que estaba cruzando una línea", reflexiona Karl Ove Knausgård sobre las consecuencias de Mi lucha y los aspectos oscuros de la ambición.

Hace quince años, Karl Ove Knausgård reflexionó sobre el éxito de su obra autoficcional de seis volúmenes Mi lucha durante una entrevista en la radio noruega, diciendo que sentía como si hubiera "vendido mi alma al diablo". La serie se había convertido en un éxito arrollador en Noruega —un logro luego replicado mundialmente— pero también provocó ira en algunos círculos debido a su representación de amigos y familiares. La obra fue un logro artístico con un costo personal, dándole un carácter faustiano en los ojos del autor.

Esta experiencia forma la base de la última novela de Knausgård, La escuela de la noche, el cuarto libro de su serie La estrella de la mañana. Aquí, sus característicos estudios de personajes y meticulosa atención al detalle cotidiano se mezclan con una trama sobrenatural absorbente que involucra una estrella misteriosa en el cielo y los muertos volviendo a la vida. Los primeros y terceros volúmenes, La estrella de la mañana y El tercer reino, giraron en torno a los mismos personajes interconectados, mientras que el segundo, Los lobos de la eternidad, se trasladó a los años 80 para contar la historia de un joven noruego descubriendo a su media hermana rusa. Solo cerca del final de sus 800 páginas se conectó con los eventos de La estrella de la mañana. La escuela de la noche retrocede nuevamente, esta vez al Londres de 1985, siguiendo a un joven noruego llamado Kristian Hadeland mientras persigue su sueño de convertirse en un fotógrafo famoso. Kristian demuestra estar dispuesto a sacrificar cualquier cosa y a cualquiera por el éxito, haciendo de su ascenso y caída una lectura fascinante e inquietante.

Conocí a Knausgård en un hermoso día de otoño en Deptford, sureste de Londres, con el agua chapoteando contra el muro del río debajo de nosotros. Este barrio figura prominentemente en La escuela de la noche. Cuando le pregunté si siempre supo que escribiría una novela londinense después de mudarse a la ciudad hace casi una década, respondió: "Creo que sí. Nunca estuve aquí en los 80, pero al crecer leía NME y Sounds, y escuchaba casi exclusivamente música británica —algunas bandas americanas, pero realmente todo era sobre Gran Bretaña. Y luego estaba el fútbol. Todos los sábados, fútbol británico. Así que crecí como un verdadero anglófilo". A sus veinte años, pasó unos meses viviendo con un amigo noruego en Norwich. "Era como el lugar menos cool de Gran Bretaña", dijo riendo. "Pero para mí seguía siendo muy cool".

En 2018, Knausgård se mudó de Suecia a Londres para estar con su prometida, ahora su tercera esposa, quien previamente había sido su editora. Tienen un hijo en común, y sus cuatro hijos de un matrimonio anterior dividen su tiempo entre él y su exesposa. Describe la vida en Londres como similar a su vida en Suecia: "Es la vida del escritor. Estoy en casa escribiendo, con mi familia —mis hijos y mi esposa. Pero luego está Londres afuera". Cuando no está escribiendo, disfruta revisando discos en Rough Trade, asistiendo a conciertos y viendo partidos de fútbol. "Realmente amo estar aquí", dice.

Knausgård eligió Deptford como el hogar de Kristian por su conexión con Christopher Marlowe, uno de los autores más prominentes de la leyenda de Fausto. Descubrió a Marlowe a través de un ensayo de Borges que describía "la blasfemia, el asesinato, la forma en que fue asesinado, la crueldad, la salvajada", y quedó instantáneamente cautivado. La escuela de la noche toma su nombre de un grupo de escritores y científicos de finales del siglo XVI, incluyendo a Marlowe, George Chapman (el traductor de Homero) y Sir Walter Raleigh, de quienes se rumoreaba que eran ateos. La idea de la Escuela de la Noche como un grupo clandestino real fue propuesta por el estudioso de Shakespeare Arthur Acheson a principios del siglo XX, aunque la verdad permanece envuelta en misterio. Este enfoque es completamente apropiado para la novela de Knausgård, que está llena de sucesos extraños y personajes misteriosos cuyos motivos no están claros.

Sin embargo, la versión de Marlowe no fue la primera introducción de Knausgård a la leyenda de Fausto. Esa vino de la novela de 1947 de Thomas Mann Doctor Faustus, que traslada la historia a la Alemania guillermina y luego nazi. Knausgård recuerda: "Creo que tenía 19 o 20 años, y todavía recuerdo una de las primeras escenas donde Zeitblom, el narrador del libro, y Leverkühn están con el padre de Leverkühn. Él les muestra maravillas naturales —cosas que no están vivas pero se comportan como si lo estuvieran. Esa intersección entre la vida y la no-vida, con el arte en medio, se ha quedado conmigo desde entonces". Después de nuestra conversación, busqué el pasaje y encontré que su mezcla de detalle vívido y reflexión filosófica es inconfundiblemente knausgårdiana.

Menciona que realmente no investiga. Esto es algo tranquilizador, considerando un episodio en el que Kristian hierve repetidamente e intenta despellejar a un gato muerto para un proyecto fotográfico. En cambio, Knausgård escribe con lo que parece una libertad notable. A menudo dice que descubre hacia dónde va una historia mientras escribe, y eso fue cierto para La escuela de la noche también. "Cuando empecé a escribir, Kristian era solo un tipo común sin nada desagradable en él", explica. Solo cuando escribió la sección donde Kristian visita a su familia se dio cuenta de que el personaje no tenía empatía. "Así es siempre como trabajo", dice Knausgård. "Simplemente escribo, y luego algo sucede, y las consecuencias siguen".

La novela toma la forma de una larga nota de suicidio escrita por Kristian después de su caída de la fama artística mundial. Está impregnada de muerte y llena de reflexiones sobre la naturaleza fugaz de la vida. Aislado en una cabaña en una remota isla noruega, Kristian observa que "la muerte era la regla, la vida la excepción". En un tren en Londres, piensa que en cien años, todos en el vagón estarán muertos. Durante una visita navideña a casa, compara las vidas humanas con la nieve cayendo afuera:

Los humanos descendían como nieve a través de los siglos. Éramos miles de millones, bailando de aquí para allá hasta que nuestro vuelo terminaba abruptamente y nos asentábamos en el suelo. ¿Qué pasaba entonces? Miles de millones más venían cayendo, cubriéndonos. Yo era uno de esos copos de nieve, todavía cayendo… y la enorme ventisca de los no nacidos, esperando descender, ahogaría no solo a nosotros sino cada rastro de nuestras vidas, volviéndolas menos que insignificantes —nada, cero, nadie. Se convertirían en nieve en la nieve, oscuridad en la oscuridad. Y nosotros también.

Le pregunto a Knausgård si ve el arte como una forma de luchar contra esto, de dejar una marca contra la oscuridad. Después de un largo silencio —a menudo hace pausas para pensar antes de responder— dice: "No, eso no es importante en absoluto. Se trata más de perspectiva. Si das un paso atrás y ves la vida de esa manera, todo es carente de sentido. Luego das un paso adentro, y está completamente lleno, rebosante de significado. Creo que es similar a escribir un libro: te sumerges en el momento presente, y se vuelve increíblemente significativo".

Esta perspicacia viene de su propia experiencia: grandes ambiciones y creencia, completamente aplastadas, luego levantarse e intentar de nuevo. Refleja los métodos que Knausgård usa —una mezcla única de lo épico, con novelas multi-volumen a menudo de más de 500 páginas, y lo íntimo, repleto de detalles cotidianos. El texto cubre temas como cambiar pañales, hacer café, emborracharse, besarse y la textura perfecta de los copos de maíz. Destaca una diferencia entre Knausgård y su personaje Kristian, quien una vez se burla de su madre diciendo: "No puedo creer que estés hablando realmente del clima". Ella se defiende y el enfoque de Knausgård respondiendo: "La vida está en lo cotidiano, Kristian".

En las primeras partes de la novela, la vida diaria de Kristian es mayormente sobre el fracaso. La escuela de la noche retrata efectivamente el desafío de encontrar el camino creativo propio —esa sensación de no estar a la altura artísticamente pero aferrándose a la fe para persistir. Este tema es algo que Knausgård exploró profundamente en Tiene que caer algo de lluvia, el quinto volumen de Mi lucha, que relata su tiempo como estudiante de escritura creativa en Bergen. "Sí", dice, "eso está básicamente tomado directamente de mi experiencia tratando de convertirme en escritor. Todas esas grandes ambiciones y la creencia que se hace añicos completamente, y luego", se ríe, "te levantas e intentas de nuevo".

Knausgård creció en la isla de Tromøy en el sur de Noruega hasta los 13 años, cuando su familia se mudó a Kristiansand. Su madre era enfermera, y su padre maestro de escuela. Su difícil relación con su padre, quien luego se volvió alcohólico y casi un recluso, está vívida y dolorosamente representada en Mi lucha. Inicialmente, Knausgård fue a la universidad en Bergen aspirando a ser poeta, pero como se describe en Tiene que caer algo de lluvia, era terrible en ello. "No entiendes nada sobre ti mismo y no tienes idea de lo que estás haciendo", le dijo un compañero de clase. Similarmente, el trabajo temprano de Kristian es repetidamente desestimado por su hermana, su amigo artista Hans y un tutor en su escuela de arte.

Reflexionando sobre esa fase de aprendiz, Knausgård señala lo doloroso que es porque no sabes si las cosas mejorarán alguna vez. "Hay tanto que no sabes a esa edad cuando quieres perseguir algo, y la única forma de aprender es a través de la experiencia. No te das cuenta de que el fracaso es necesario, aunque duela, pero es el único camino. Sin embargo, nunca sabes si seguirás fracasando —no hay garantías".

En cierto modo, Kristian permitió a Knausgård explorar una versión más oscura de sí mismo. Cuando el primer volumen de Mi lucha se publicó en 2009, detallando la decadencia del padre y la abuela de Knausgård, la familia de su padre amenazó con acciones legales. Otros también objetaron sus representaciones, llevando a Knausgård a ajustar su enfoque en volúmenes posteriores. En contraste, Kristian apenas considera los sentimientos de los demás o la ética de sus elecciones artísticas.

Knausgård admite que mientras escribía Mi lucha, sabía "que estaba haciendo algo que probablemente no debería haber hecho". Entonces, ¿cómo decidió dónde trazar la línea? "Mi propia regla era que si era demasiado físicamente doloroso, no iba allí". Cuando se le preguntó si sentía dolor físico, respondió: "Sí, estaba en mi cuerpo. Pero cuando escribí como Kristian, a él no le importa. Esa libertad que encuentra al final es, para mí, la historia de Fausto".

En los agradecimientos del libro, Knausgård escribe sobre su familia: "Sin su luz, nunca habría podido resistir la oscuridad de esta novela". ¿Fue difícil pasar tanto tiempo en la mentalidad de Kristian? "No fue agradable porque no lo encontré fuera de mí —lo saqué de dentro. No soy como él, pero amplifiqué ciertas partes de mí en él. Eso no fue divertido en absoluto, pero fue interesante".

La escuela de la noche es el libro número 21 de Knausgård. Habla muy prácticamente sobre su productividad, algo que claramente comparte con Kristian. "No tienen que ser muchas horas, pero si escribes todos los días, cinco días a la semana, puedes terminar una novela en un año". Su libro 22, volumen cinco de la serie La estrella de la mañana, se titula Arendal y se publicó en Noruega el otoño pasado. Cuando sugiero que la serie La estrella de la mañana podría continuar indefinidamente, él está de acuerdo: "Podría seguir extendiéndola por el resto de mi vida, realmente". Pero inmediatamente después de decir esto, aclara con un tono determinado que el volumen siete, que está a punto de empezar a escribir, "será el último. Quiero trabajar en otras cosas".

Esto no significa que su entusiasmo por la serie haya disminuido. Justo el día anterior, me dijo, hizo las ediciones finales al manuscrito para el volumen seis, Yo estaba muerto hace tiempo, que llegará a las librerías noruegas en unas semanas. Vuelve a visitar a Syvert y Alevtina de Los lobos de la eternidad, y dice con una risa que su clímax involucra "salpicaduras de sangre real y acción tipo motosierra. Es el libro más salvaje que he escrito jamás". La escuela de la noche, traducida por Martin Aitken, es publicada por Harvill (£25). Para apoyar al Guardian, puedes comprar una copia en guardianbookshop.com. Pueden aplicarse cargos de entrega.



Preguntas Frecuentes
Por supuesto. Aquí tienes una lista de Preguntas Frecuentes sobre las reflexiones de Karl Ove Knausgård sobre su trabajo, ambición y sus consecuencias, escritas en un tono natural y accesible.



Preguntas Generales / Para Principiantes



1. ¿De qué trata Mi lucha de Karl Ove Knausgård?

Es una novela autobiográfica de seis volúmenes donde Knausgård escribe con extrema honestidad sobre su propia vida, incluyendo sus relaciones familiares, sus pensamientos más íntimos y sus experiencias diarias.



2. ¿A qué se refiere con "cruzar una línea"?

Se refiere a escribir sobre personas reales de su vida de una manera profundamente personal y a menudo poco halagadora sin su pleno consentimiento. Sabía que estaba violando límites sociales y personales por el bien de su arte.



3. ¿Por qué su obra es tan controvertida?

La principal controversia surge del hecho de que usó los nombres reales y relatos privados detallados de sus seres queridos, lo que les causó un dolor significativo y un escrutinio público.



4. ¿Qué consecuencias enfrentó?

Dañó gravemente las relaciones con miembros de su familia y amigos. Algunos familiares resultaron profundamente heridos y condenaron públicamente los libros, y enfrentó muchísimas críticas públicas y atención mediática.



Preguntas Profundas / Avanzadas



5. ¿Cuál es el aspecto oscuro de la ambición sobre el que reflexiona?

Reflexiona sobre cómo su poderosa ambición de crear gran literatura lo obligó a sacrificar el bienestar de las personas más cercanas a él. Se pregunta si el logro artístico valió el costo humano.



6. ¿Cómo afectó su ambición a su proceso de escritura?

Su ambición lo impulsó a buscar una honestidad absoluta a cualquier costo. Esto significó suprimir su culpa y empatía mientras escribía para evitar la autocensura, una razón clave por la que sintió que estaba cruzando una línea.



7. ¿Se considera Mi lucha ficción o no ficción?

Es una mezcla compleja. Aunque se comercializa como novela y usa técnicas literarias, los eventos y las personas son reales. Este desdibujamiento de la línea es una parte central de su poder y su dilema ético.



8. ¿Se arrepintió Knausgård de escribir la serie?