El alcalde de Hiroshima pide el fin de la disuasión nuclear en el 80º aniversario del bombardeo atómico
El alcalde de Hiroshima instó a las naciones más poderosas del mundo a abandonar la disuasión nuclear durante una ceremonia que conmemoró los 80 años desde que la ciudad fue destruida por una bomba atómica estadounidense.
Mientras sobrevivientes, residentes y representantes de 120 países se reunían este miércoles en el Parque de la Paz de Hiroshima, el alcalde Kazumi Matsui advirtió que los conflictos en Ucrania y Medio Oriente han aumentado la aceptación de las armas nucleares.
"Estas acciones ignoran descaradamente las lecciones que el mundo debería haber aprendido de tragedias pasadas", declaró en su proclama por la paz, de pie cerca de la Cúpula Genbaku, una de las pocas estructuras que quedaron en pie tras el ataque.
"Arriesgan deshacer décadas de esfuerzos por construir la paz", añadió, pidiendo a las generaciones más jóvenes que reconozcan que depender de las armas nucleares podría tener consecuencias "totalmente inhumanas".
A pesar de la inestabilidad global, Matsui insistió: "Nunca debemos rendirnos. En cambio, debemos trabajar más duro para construir un consenso mundial de que las armas nucleares deben abolirse para lograr un mundo verdaderamente pacífico".
Mientras los aplausos llenaban el aire, se liberaron palomas blancas y la "Llama de la Paz" ardía frente al cenotafio que honra a las víctimas del primer ataque nuclear del mundo.
La ceremonia fue vista como una oportunidad crucial para que los hibakusha —sobrevivientes de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki— compartieran testimonios directos de los horrores de la guerra nuclear.
Quedan menos de 100.000 sobrevivientes, con una edad promedio de 86 años. Este año, se añadieron 4.940 nombres de fallecidos al memorial, elevando el total de víctimas del bombardeo a casi 350.000.
Matsui recordó la historia de una mujer que pedía agua mientras los incendios arrasaban la ciudad después del bombardeo. Décadas después, un testigo aún lamentaba no haber podido ayudarla. "Ella juró luchar por la abolición nuclear como su forma de honrar a los muertos", dijo.
Tres días después de Hiroshima, EE.UU. lanzó una segunda bomba sobre Nagasaki, matando a 74.000 personas. Aunque el debate sobre si los bombardeos fueron justificados continúa, muchos estadounidenses creen que forzaron la rendición de Japón el 15 de agosto de 1945.
Nihon Hidankyo, un grupo de sobrevivientes que recientemente ganó el Premio Nobel de la Paz, advirtió que la humanidad se está quedando sin tiempo para desafiar a potencias nucleares como EE.UU. y Rusia, que poseen el 90% de las más de 12.000 ojivas del mundo.
"La amenaza nuclear es mayor que nunca", dijo el grupo. "Nuestro mayor desafío es cambiar las políticas de los estados nucleares, aunque sea un poco".
A las 8:15 a.m., la hora exacta en que estalló la bomba, Hiroshima guardó silencio. Muchos inclinaron la cabeza en oración, recordando las vidas perdidas hace ocho décadas. Cerraron los ojos y juntaron las manos, algunos en actitud de rezo. La avanzada edad de los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki ha sido un enfoque central de la conmemoración este año.
El alcalde Kazumi Matsui pronunció un discurso pidiendo redoblar esfuerzos para abandonar las armas nucleares como disuasión.
Yoshie Yokoyama, de 96 años, quien visitó el parque temprano con su nieto, contó a periodistas que sus padres y abuelos murieron por el bombardeo.
"Mi abuelo murió poco después del ataque, mientras que mi padre y mi madre desarrollaron cáncer y fallecieron después", dijo. "Mis suegros también murieron, así que mi esposo nunca los volvió a ver al regresar de la guerra. La gente sigue sufriendo".
Rusia no envió un representante a la ceremonia, pero su aliada Bielorrusia asistió por primera vez en cuatro años. Según medios japoneses, también estuvieron presentes por primera vez delegados de Taiwán y Palestina.
El gobierno japonés ha enfrentado críticas por negarse a firmar el tratado de 2021 que prohíbe las armas nucleares. Aunque decenas de países lo han suscrito, ninguna potencia nuclear reconocida —ni naciones como Japón que dependen de la protección nuclear estadounidense— lo ha hecho.
Tras colocar una ofrenda floral, el primer ministro Shigeru Ishiba no mencionó el tratado, pero dijo que Japón tiene la "misión" de liderar el desarme global como único país atacado con armas nucleares.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió en un comunicado que "las mismas armas que devastaron Hiroshima y Nagasaki se usan nuevamente como herramientas de intimidación". Sin embargo, destacó que el Nobel otorgado a Nihon Hidankyo ofrece esperanza, urgiendo a las naciones a "inspirarse en la resiliencia de Hiroshima y la sabiduría de los hibakusha".