"Aún no he visto a los Rolling Stones", dice Venus Williams con una sonrisa, recordando su inolvidable debut profesional en el tenis a los 14 años en Oakland, California —un momento que estuvo a la altura de años de expectativas sobre su extraordinario potencial. Su primer partido como profesional ocurrió junto a un concierto de los Rolling Stones. Ahora, 31 años después, con 45, Williams sigue compitiendo.
Tres semanas después de su regreso al tenis profesional —su primer partido en 16 meses—, venció a la entonces número 35 del mundo, Peyton Stearns, en sets seguidos en el Citi Open de Washington. Esa victoria la convirtió en la segunda mujer más longeva de la historia en ganar un partido individual en el circuito WTA y silenció a los críticos que cuestionaban su permanencia en el deporte. Ahora, continúa su regreso en el Cincinnati Open.
En su momento, una de las talentos más prodigiosas de su generación —finalista del US Open a los 17—, Williams sigue siendo una de las mejores tenistas de todos los tiempos. Siete veces campeona de Grand Slam en individuales, medallista de oro olímpica y ex número 1 del mundo, todavía pisa la cancha de entrenamiento a diario, impulsada por su amor al juego.
"El amor es la clave, ¿no?", dice Williams. "Si no lo amas, entonces sal de ello —si tienes ese lujo. No todo el mundo lo tiene. Para mí, una gran motivación es volver y jugar con la mejor salud posible. Nunca dejé de golpear la pelota, incluso cuando estuve fuera —no con la misma intensidad que en los torneos, pero seguí practicando. Al final del día, tienes que vivir la vida en tus propios términos. No importa lo que digan o piensen los demás. Si puedes vivir bajo tus propias reglas, hazlo. Creo firmemente en eso".
Pero este regreso no es solo sobre tenis. El mes pasado, Williams reveló que ha lidiado con fibromas —tumores uterinos no cancerosos— durante años, soportando síntomas severos como dolor pélvico y sangrado abundante. Esta condición no solo afectó su vida diaria, sino también su carrera, ya que fue mal diagnosticada durante años.
Tras su regreso en Washington, Williams compartió videos de hace un año, cuando se sometió a una cirugía de miomectomía abierta para extirpar fibromas y un gran adenomioma (crecimiento de tejido uterino). "Me dijeron que era inoperable", escribió. "Que podía desangrarme en la mesa de operaciones. Que debía usar una sustituta y renunciar a la esperanza de tener mis propios hijos. Fui mal diagnosticada y no recibí tratamiento durante años".
Ahora de vuelta en la cancha, Williams está usando su plataforma para crear conciencia sobre la salud de las mujeres. "Después de mi cirugía, sentí tanta gratitud —tuve los recursos para superarlo finalmente. En ese momento, no pensaba en el tenis profesional, pero ahora, un año después, estoy sana y lista para competir".
¿Su próximo desafío? Enfrentarse a la número 51 del mundo, Jéssica Bouzas Maneiro, de 22 años. Cuando Bouzas Maneiro nació el 24 de septiembre de 2002, Williams ya había ganado cuatro títulos de Grand Slam, alcanzado el número 1 y disputado múltiples finales importantes. Venus Williams ha llegado a tres finales consecutivas de Grand Slam contra su hermana menor, Serena. La hermana mayor Williams dijo que su enfoque está en los torneos estadounidenses para su regreso y que probablemente no jugará después del US Open. Más allá de eso, sus planes son inciertos. "Estoy tomando las cosas día a día", dijo. "Nunca me descarten. Eso es todo lo que puedo decir por ahora".